El río Negro donde se recuesta la ciudad de Mercedes se ha vuelto en estos últimos tiempos una oportunidad fantástica para disfrutar el turismo outdoors o al aire libre. Te invita a la aventura y ofrece la posibilidad de vivir experiencias náuticas y disfrutar del paisaje natural que ofrece el río, así como de la riqueza histórica que encierran sus costas.
Azul es un proyecto que nace como consecuencia de la demanda de turistas que llegan por el día con deseos de vivir esta experiencia, algunos un fin de semana y lo que se les ofrece les permite cumplir el objetivo.
La propuesta es llevada adelante por dos mercedarios, Zully Magallanes y Washigton Alí que días atrás recibieron el certificado de Baquiano Turístico otorgado por el Ministerio de Turismo tras la capacitación correspondiente.
En realidad el departamento ofrece múltiples alternativas para los aficionados a este tipo de disfrute dado que navegar el río Negro permite conocer bellos paisajes naturales integrados por islas y bosques prácticamente vírgenes. Estos recorridos también ofrecen la oportunidad de avistar varias  especies de flora y fauna autóctona.
“Azul”, propone varios destinos, con costos accesibles, con horarios flexibles, para todas las edades, debiendo coordinar la salidas con los responsables de la embarcación que tiene capacidad para 10 personas.
Crónicas tuvo la oportunidad de integrarse al primer grupo de visitantes que optó por una salida que se prolongó por espacio de unas dos horas, con descenso en Arenitas de Oro.
Washington Alí
Es uno de los que forma parte del proyecto náutico. De acuerdo a lo manifestado de los 68 años de edad que tiene más de 50 los ha pasado en el río lo que lo lleva a ser un gran conocedor de la zona, ser un baquiano en el tema.
Contó que esto lo ha llevado “a conocer personalmente todos los rincones y recodos de este cauce de agua. He navegado de día y de noche; conozco toda la extensión del río que baña al departamento de Soriano desde los puentes de Flores en la ruta 3 hasta la desembocadura en el río Uruguay, parte de la boca falsa y la salida por el río Yaguarí. Inclusive he navegado por el río Uruguay hasta la Playa de la Agraciada varias veces”.
Cabe señalar para aquellos que no lo conocen que el río negro derrama sus aguas en el caudaloso Uruguay a través de varias bocas enmarcadas por las islas del Vizcaíno y la de Lobos, las cuales, junto a otras islas como la Redonda, del Medio, Pepe Ladrón, Santiago Chico y Santiago Grande, conforman un delta en la desembocadura el río Negro.
Alí sostuvo que lo más relevante es “agradecer al INEFOP, ese Instituto que se  creó y nos dio la posibilidad en este caso a una persona jubilada como yo a capacitarse, obtener un certificado, y retomar la actividad y ser útil a la sociedad y ganar algún dinero. Debo agradecer a quien me certificó y a la compañera que me propuso crear este proyecto que pretendemos ir mejorando día tras día”.
La embarcación
Con respecto a la embarcación que se utiliza para llevar adelante esta propuesta turística, Alí dijo que es normal, con medidas proporcionadas, de 6 metros de eslora que es el largo y 2 metros 11 de ancho y carga unos 2 mil kilos. La capacidad en lo que tiene que ver con el traslado es para 10 personas. Es de madera y hierro pero está forrada con fibra de vidrio por fuera. El plano fue hecho por un ingeniero naval, “que suele a salir conmigo a pescar y armar campamento. Es una embarcación muy segura, la conozco, la se manejar, se por dónde tengo que andar y ello aporta a la confianza de quien elige salir al río”.
La obtención del certificado de baquiano “me da la habilitación legal. Soy muy responsable, cumplo con todas las reglas de seguridad a rajatabla. Soy retirado militar y tengo conocimiento de primeros auxilios, situaciones de peligro y todo ello lo vuelco para que la gente disfrute. Tienen que conocernos”.
Zully Magallanes
Recibió también su certificado de baquiana turística e informó que el proyecto comienza a gestarse una vez obtenida la certificación. “Tenemos un hermoso río y vimos en el la oportunidad de proponer a los turistas y residentes realizar una salida y conocer la historia y las leyendas que se tejen en torno a este cauce de agua que los indígenas llamaban Hum”.
Explicó que el contacto con Alí se debió a que ambos tenían el conocimiento, ella el manejo del marketing y contactos y él herramienta necesaria para concretar la idea”. Se trata de una “aventura que apunta no sólo al turista sino a quien vive en Mercedes y la región”.
La idea es navegar todos los días, “de lunes a lunes, sin importar el número de pasajeros. Pueden optar por la mañana a partir de la hora 9 o a la tarde desde las 15 horas”.
Explicó que hay varios destinos destacando entre ellos Arroyo Bequeló; Arenitas de Oro, Isla de las Tropas, Isla Sauzal. También estamos armando una oferta que tiene que ver con una salida durante todo el día, partiendo a la hora 9 y retornando a las 17 horas siendo el destino del mismo Cerro de la Cueva del Tigre”.
Para coordinar las salidas los interesados deben contactarse con los números  098 762 984 o a través del 099 255 940. Los costos rondan los $300 (trescientos pesos uruguayos) y $500 (quinientos pesos uruguayos) por persona y dependiendo de la elección.
Los Turistas
Un grupo muy ameno conformado por cinco adultos y un niño. Uruguayos y mexicanos. Denise, la mamá de los dos jóvenes es de Mercedes pero desde hace muchos años reside en Montevideo junto a su esposo de acuerdo a lo informado por Rafael agregando que su esposa y su cuñado son uruguayos, de capital, él y el bebé mexicanos.
La delegación pues estaba integrada por Denise, Leonardo, Emiliano, Estefanía, Rafael  y Franco. “Hace un mes que estamos en Uruguay, permaneceremos algunos días en Mercedes y luego seguiremos viaje pero no sabemos qué destino dentro del país”.
Afirmó que “Mercedes es una ciudad super tranquila, ideal para venir a relajarse, a bajar algún cambio pero al mismo tiempo me sorprendió que entre los pueblos que hay desde Montevideo hasta acá vi como muchas comunidades que no tienen nada. Mercedes tiene una muy buena infraestructura para recibir al turista y está muy bueno. La gente es muy cálida, atenta, te busca siempre sacar una sonrisa, le gusta conversar.
La experiencia por el río fue fantástica, aseveró, “el hecho de poder navegar un trecho, descender y pisar la arena y disfrutar del agua del río es muy rico y se atesora. Muy recomendable”.